En un local totalmente reformado con vistas a la montaña y con una terraza en el exterior con vistas a Benialí, podemos disfrutar de un ambiente amable y acogedor, al tiempo que paladeamos alguno de los mejores platos de La Marina Alta.
Enclavado en Benialí, un pequeño pueblo de la Vall de Gallinera, este acogedor rincón, con capacidad para 50 personas, ofrece en un ambiente rústico, comidas típicas de la zona elaboradas con los productos de mercado, y gran variedad de tapas donde elegir. Entre sus platos más demandados, destacan por su éxito entre la clientela cordero al romero, conejo al vino blanco y pollo a la mostaza.